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El perro es el mejor amigo del hombre, de eso no hay duda. En las diferentes circunstancias, es capaz de darte alegrías, momentos inolvidables y protección. Si deseas protegerlo en igual medida, tienes la opción de adquirir un seguro para perros, el cual puede cubrir gastos veterinarios regulares y preventivos. Asegurar a tu amigo fiel ante accidentes y protegerte también a ti con una cobertura de responsabilidad civil es un acto que se aplaude en cada dueño comprometido con su mascota.
Para conocer sobre estos seguros, lo que pueden ofrecerte y más, te invitamos a seguir leyendo, te daremos todos los detalles que necesitas sobre seguro para perros.
Una de las principales limitaciones al momento de adquirir un seguro para perros, es la edad que tenga el can. Comúnmente, es necesario que sea de una edad mínima de tres meses y un máximo de 10 años, aunque este requisito puede no ser importante para algunas aseguradoras, las cuales no excluyen a un perro por su edad, raza o condición de salud.
Eso sí, en relación a la edad, la limitante se encuentra al querer adquirir un seguro de gastos veterinarios, ya que para una cobertura de responsabilidad civil, no es común que se contemple una edad límite para adquirirla.
Un dato importante a tener en cuenta, es que si aseguras a tu perro con una edad promedio, como 4 años, al momento de cumplir la edad máxima establecida, no se anula automáticamente la póliza, por lo que es relevante preguntar sobre la edad límite en la aseguradora y todo lo relacionado a ella.
Dependiendo de la aseguradora y los diferentes planes, así como las coberturas que manejen, un seguro veterinario para perros cubre todos los gastos de atención médica veterinaria derivados de una nueva enfermedad o un accidente. Generalmente, este tipo de póliza cubre consultas relacionadas a nuevos diagnósticos y accidentes, pruebas de laboratorio, exámenes como radiografías, ecografías, ultrasonidos, hospitalización, medicación y tratamiento de enfermedades crónicas, así como todo lo necesario en caso de cáncer diagnosticado posteriormente a la adquisición del seguro.
Igualmente, según la empresa de seguros y el plan que se seleccione, un seguro de este tipo puede cubrir cirugía, prótesis y fisioterapia. Además, en determinados circunstancias, se agregan extras al plan para dar cobertura a tratamientos preventivos como vacunación, desparasitación y la atención de partos en condiciones delicadas, así como a enfermedades existentes antes de la adquisición del servicio, aunque este último aspecto es generalmente dejado a un lado por diversas aseguradoras, las cuales solo tienen en cuenta aquellas que se diagnostican luego de la contratación.
Una de las preguntas más realizadas al momento de contratar un seguro para perros, es si adquirir o no uno con franquicia. En términos generales, una franquicia es un monto o porcentaje que costea el asegurado para ser utilizado en una situación de siniestro. De esa manera, la aseguradora corre menos riesgos y responsabilidad en función al plan, por lo que ofrece precios más accesibles y rentables.
Por otro lado, si se adquiere el seguro para perros con franquicia, la aseguradora asumirá un riesgo más moderado. Ten en cuenta que en el precio del seguro influye el riesgo que asume la aseguradora. Se puede pactar entre el propietario y la compañía responsabilidades en cuanto a daños personales o materiales y gastos veterinarios de esta manera, se rebajará un poco el precio final.
Así, es decisión del asegurado si desea adquirir o no una franquicia al momento de contratar un seguro para su perro. Esta tiene ciertas ventajas y desventajas, el asegurado contrata el servicio a un precio más bajo, pero adquiere más responsabilidad con respecto a los gastos necesarios en caso de siniestros.